La Escuela es un lugar de formación integral mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura; es un lugar
privilegiado de promoción integral mediante un encuentro vivo y vital con el patrimonio cultural; es un centro
donde se elabora y transmite una concepción específica del mundo, del hombre y de la historia.
En el campo educativo, la iglesia reafirma la importancia de la escuela católica como el lugar más apto para el diálogo entre la fe y la ciencia,
y como el ambiente privilegiado que favorece y estimula el crecimiento en la fe.
En nuestras escuelas, en cualquier medio donde estás se encuentren, propiciamos la vivencia de la caridad hecha servicio
y avivamos en la comunidad educativa el compromiso de favorecer y promover a los pobres.
"...trabajemos, estudiemos, aprendamos, reformémonos nosotros y después reformamos al mundo"
La educación es un proceso humano del orden de la cultura, con una finalidad esencialmente humanizadora y personalizadora,
abierta a la trascendencia, que transforma al hombre en un ser capaz de producir cultura, cambiar la sociedad y construir
la historia.
Hermanas y maestros colaboramos con los padres de familia y con la sociedad en la educación integral de los niños, jóvenes y adultos,
la que, partiendo de sus propios valores culturales y de los principios y valores evangélicos, los conduzca a una forma de vida
auténticamente humano-cristiana según el modelo que es Cristo.
Sentido de Dios y visión cristiana del mundo y de la vida
Cultivamos en nuestros alumnos el sentido de Dios, Padre providente, misericordioso y compasivo, Señor de la historia, que por amor
convierte la historia de su pueblo en historia de salvación.
Nos esforzamos en dar a los alumnos una educaciín integral en orden a su fin último y al bien común de la sociedad, presentando los
con-ocimientos de manera que iluminados por la fe den la visión que Jesucristo tiene del hombre, del mundo y de la vida, que los
lleve a vivir en la novedad de la salvación y en el servicio comprometido con el hombre, especialmente con el pobre.
"...debemos trabajar por aumentar sin término el número de los amigos de Dios...para que por el amor de ellos Dios nos convierta a
todos, nos perdone a todos, y salve nuestras casas, nuestras ciudades, nuestras repúblicas."
"Razón tenemos pues, para alegrarnos de que Dios nos permita ejercer este ministerio de la enseñanza científica de la verdad católica,
en que nos es dado llevar paso a paso a las inteligencias juveniles por los caminos rectos de la sabiduría, para que apoyados en la firmeza
de la fe, puedan acercarse un día hasta la fuente misma de toda verdad, de todo bien y de toda hermosura. Y si la doctrina que enseñamos
...que defendemos...que amamos hasta ofrecer por ella la vida que tenemos".
Los Padres de familia por su misión propia que es transmitir la vida humana y educarla, tienen el derecho de escoger y decidir el
tipo de educación que juzguen conveniente para sus hijos. Colaboramos con ellos para que cumplan esta tarea con resposabilidad
humana y cristiana.